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Desayuno con Cremades: la comunicación, la gran asignatura pendiente


Esta mañana Iuris Communicatio ha sido invitado a un desayuno en el despacho madrileño de Cremades & Calvo Sotelo para "intercambiar ideas y opiniones sobre el Colegio de Abogados". Ya que este blog es de análisis de comunicación jurídica, queríamos analizar el evento organizado por ser un acto comunicativo de primer orden, sobre todo si tenemos en cuenta el contexto de elecciones al Colegio de Abogados de Madrid.

LA INVITACIÓN

Como siempre, compartimos la forma en la que hemos sido invitados ya que se trata de un acto comunicativo per se. La invitación se produce de la manera siguiente: 

  1. Primero, Javier Cremades (o el equivalente a su community manager) hace un "Follow back" en Twitter.
  2. Desde su cuenta se manda un mensaje privado dividido en 3 partes y que reza lo siguiente: "Buenas tardes, Me gustaría invitarte a un desayuno privado con personas influyentes en Internet en el ámbito jurídico" (1) "con el objetivo de intercambiar ideas y opiniones sobre el Colegio de Abogados." (2). "Será el próximo miércoles 5 de diciembre a las 10:00 en mi despacho (Calle Jorge Juan, 30). ¿Te animas? Muchas gracias" (3).



El  mensaje se mueve un tono correcto dentro del mundo digital (cercano, horizontal y acorde al receptor), si bien a nivel comunicación habría sido más elegante contactarnos a través de la cuenta de Twitter del despacho (con la que hay relación dese hace tiempo) y no a través de una cuenta que realiza un follow back de última hora y que delata la posible falta de interés previa. Como siempre decimos en este blog, todo comunica por lo que la excelencia de la comunicación, más si cabe en plena campaña electoral, no es una opción sino un deber.

LA LLEGADA

A la llegada, me sorprenden dos factores: 

  • El primero: la entrada al despacho: un despacho de la categoría de Cremades es más 'complicado' de encontrar a pie de calle (o tiene peor visibilidad) que sus homólogos Bird&Bird o Abdón Pedrajas, que cuentan con despachos en la misma calle del selecto barrio de Salamanca de la capital. Eso sí, este aspecto queda más que superado una vez se accede al despacho en el que la representatividad del espacio físico del bufete adquiere el nivel esperado, aunque hemos empezado con mal pie.
Aspecto que presenta el acceso a Cremades & Calvo-Sotelo (entrada principal detrás de la moto)

  • El segundo: falta de planificación: 
    • La invitación llega tan sólo 2 días antes del evento. Es casi un milagro que pudiéramos asistir. Esa falta de antelación se puede interpretar como improvisación por lo que en general es poco recomendable.
    • Al llegar: no hay sillas suficientes. Quizá a nuestros exigentes lectores les parezca un dato anecdótico pero de este hecho se desprenden dos conceptos que no juegan a favor del evento: una falta básica de previsión que no cometeríamos ni en nuestros hogares si invitamos a cenar a unos amigos y que el tamaño de la reunión -por excesivo- no era el adecuado.
    • No hay un encargado de moderar que presente el debate, sus objetivos y que sea la referencia para el turno de palabra o que establezca una ronda completa de presentaciones (que no se realizó y se quedó a medias). 
    • En resumidas cuentas, se echa de menos un responsable de comunicación que coordine el evento, haga de host y se haya encargado de conocer a sus invitados y planificar los detalles.  

EL DESAYUNO


A nadie se le escapa que este desayuno se enmarca en el contexto de la campaña al decanato del ICAM (Ilustre Colegio de Abogados de Madrid) por parte de Javier Cremades, que hace muy bien al tender la mano a las redes sociales (ya es más que cualquiera de los otros 11 candidatos) buscando quizá también el "efecto Obama" de las mismas. En cualquier caso, una iniciativa encomiable.

La mesa del desayuno, presidida por Javier Cremades -con su iPad-
(foto de Cristina Serrano)

Sobre lo que se habló, lo más interesante y que parecía ser el eje de la conversación, fue la idea de querer mejorar la imagen de los abogados percibida por la sociedad, relegada a la de un "asistente técnico", "maltratado" (como se dijo literalemente) por los jueces y que carece del respeto e influencia de los que goza la profesión en otros países desarrollados (o "potentes", como también se dijo literalmente).

A partir de ahí, se dió una concatenación de intervenciones poco afortunadas, que poco aportaban al debate salvo la idea de la búsqueda de la confianza como un valor fundamental a transmitir tanto entre abogados, como de cara a la sociedad.

El propio Javier Cremades, por otra parte muy cercano y acertado en sus intervenciones, quizá cayó en una comprensible contradicción: "vengo a escuchar", dijo en una de sus primeras intervenciones. Sin embargo, de la escasa hora que duró el encuentro, quien más minutos ostentó la palabra fue él, con diferencia. Y digo comprensible porque está en campaña y lógicamente tiene mensajes que transmitir, aunque si buscaba aliados e ideas, las opciones se fueron cerrando a medida que avanzaba el desayuno, pese al potencial allí reunido.

NUESTRA VALORACIÓN

Como expresamos en este encuentro y más allá de los detalles formales que ya hemos valorado, desde Iuris Communicatio creemos que si lo que se quiere es mejorar la imagen de la abogacía en la sociedad a través del Colegio, lo que hace falta no es elaborar decálogos para el abogado del s. XXI, ni tener una presencia constante en medios sino comunicar con la sociedad a través de una comunicación planificada en la que las redes sociales no son sino una herramienta más de conversación que nos permite medir el pulso a la realidad social y saber lo que piensan los ciudadanos y otros estamentos jurídicos de la abogacía. Sin embargo, la conversación no giró en torno a la comunicación -como hubiese sido deseable al ser la gran laguna de la abogacía moderna-, y de ahí el titular de este artículo: "La comunicación, la gran asignatura pendiente".

Personalmente, me apenó ver que pese a que el planteamiento inicial era el correcto y el necesario (la apertura del colegio a la sociedad), el desayuno derivó en una mirada abogado-centrista de la realidad, que es precisamente lo que aleja al Colegio de la sociedad.

p.d: Podéis seguir más reacciones y valoraciones en Twitter bajo el hashtag creado por Cremades para la ocasión: #cremadesonline